Hola Lindura.
Estamos poniendo en marcha una iniciativa para que el Papa reciba a las Damas de Blanco, espero que tenga la suficiente repercusión para conseguirlo, el reto es grande, pero eso nunca me ha asustado, es algo que creo solo puede traer beneficios para conseguir la libertad de Cuba.
No se si la gente entenderá que una audiencia papal pondría a las Damas en la primera página de los diarios, con atención preferente en las televisiones y radios de todo el mundo y que por fuerza el periodista deberá informar quienes son esas mujeres y cuales son sus reclamos.
Ni aunque todos los cubanos hicieran un generoso donativo, se conseguiría pagar una campaña publicitaria de ese calibre, simplemente no es posible, espero que muchas personas se percaten de que con un simple me gusta pueden hacer que los reclamos de la libertad para Cuba lleguen de este modo a todo el mundo.
He estado revisando periódicos de la época de Juan Pablo II y no me ha sorprendido que las criticas a sus visitas a la Europa comunista fueran feroces, pero todo cambió con la caída del muro de Berlín, estoy seguro de que la visita ha sido muy meditada en el Vaticano.
El pretexto del 400 centenario de la aparición de la imagen de la Cachita es perfecto, pero yo estoy seguro de que detrás hay mucho mas y sospecho que lo que la curia romana no quiere decir en publico agradaría mucho a la mayoría de los que se oponen a la visita.
Yo lo haré como todo, con ilusión, porque creo que el fin es noble y aunque no consiguiéramos que el Papa las recibiera, al menos habremos dado a conocer que unas valientes mujeres que visten de blanco siguen pidiendo gladiolo en mano libertad para Cuba pase lo que pase y además creo que a ti esta iniciativa te va a complacer.
Desde un lugar bien remoto, no muy lejano a ninguna parte,
se despide con un sentido beso, por tu amor siempre nacido,
este hombre que no puede ni quiere, dejar nunca de amarte.
P..T..
Un día tu patria natal vamos los dos a visitar,
cuando reine de punta a cabo una gran alegría
para con emoción lugares muy insignes pisar,
donde acontecieron sucesos que nadie creería.
Acudiremos a la casa hecha museo para contemplar,
la cuca sala donde Laura Pollán el te literario servía,
a la quinta avenida con dos gladiolos para recordar,
a las Damas de Blanco mientras la libertad se pedía.
La iglesia de Santa Rita seguirá testigo mudo siendo
de como los cubanos acuden a orar muy fervientes,
para pedir por los suyos sin miedo seguir sintiendo.
A la nunciatura dichosos acabaremos tu y yo acudiendo,
al lugar donde Berta y las suyas se presentaron dolientes,
ante el Papa que rezó para que acabaran al tirano venciendo.
P..T..
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