jueves, 9 de febrero de 2012

Veintinueve palmeras y el postrer viaje.


Hola Lindura:

La muerte de Julio San Francisco me ha hecho pensar mucho, porque yo no estoy disfrutando del camino que conduce a mi meta, llevo así mucho tiempo, quizás esa sea la razón que me hace preguntarme si estoy haciendo lo que debo, si tu no hubieras aparecido en mi vida seguro que estaría centrado en mi nuevo encargo y seguiría sin gozar de lo que muchos denominan placeres mundanos.




Creo que la manera en como he transitado mi camino es la razón mayor de mi éxito, pues si me hubiera parado a disfrutar a cada momento de las oportunidades que he tenido, no hubiera sido capaz de ver lo que otros no vieron, ni de hacer lo que otros no se percataron que debía hacerse, así realicé mi imposible y por supuesto, además del asunto pecuniario, me ayudo definitivamente que tu estuvieras al final del camino como un futuro largamente soñado.

Pero nada hay seguro en esta vida sino que el sol sale todos los días y que los impuestos deben ser abonados, así que me he puesto a repasar el primer libro de mi trilogía, para que esté listo para publicarse, solo por si acaso, los dos libros de poemas ya están ultimados, pero el resto necesita un repaso y me gustaría, aunque Dios se me llevara, que fueran publicados, no espero morirme, pero nunca se sabe, yo siempre tengo hecha la maleta y para ese postrer viaje procuro estar siempre presto y dispuesto, incluso en este desierto desde el que contemplo veintinueve palmeras.



Desde un lugar bien remoto, no muy lejano a ninguna parte,
se despide con un sentido beso, por tu amor siempre nacido,
este hombre que no puede ni quiere, dejar nunca de amarte.
P..T..



Hoy solo desearía a ti estar bien pegado,
como un sello en ese sobre bien lacrado,
tan bien acompasados como el diapasón,
y que fuera solo una nuestra respiración,

Y tu parpadeo fuera por el mio acariciado,
con las pestañas unidas como un trenzado,
como se funde nuestra cálida transpiración,
para juntarse en una río de lujuriosa pasión.

Y si en esto llega un jinete presto cabalgando,
sin que nuestro placer pueda aún interrumpir,
aunque a nuestra puerta acabe torpe llamando.

Y sea una dama con guadaña reclamando,
mi alma que debe sin la tuya ahora partir,
suma dicha ir si mientras te estoy amando.

P..T..



1 comentario:

  1. la muerte del amigo estremecio tu alma y la pones al descubierto P..T.., llora que llorar por los que queremos cuando los vemos partir nos hace mucho bien , comparto tu dolor, la muerte no es buena, P..T.., es muy triste, un abrazo.

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